Mediterráneo

Empapémonos de la paz, la belleza y el saber mediterráneos

A tus atardeceres rojos
Se acostumbraron mis ojos
Como el recodo al camino
Soy cantor, soy embustero
Me gusta el juego y el vino
Tengo alma de marinero
Qué le voy a hacer, si yo
Nací en el Mediterráneo


Juan Manuel Serrat - Mediterráneo

Tiñe de ocaso la fragancia rosa
del mar, al sol mediterráneo;
empapan los cafés, en risas
profundos y sinceros, veraniegos,
los ritmos espumosos de las olas,
y en las rocas de rambla y gota fría,
toques de luz.

Mar en calma, sal caliente,
a sus velas sujeta un marino
los vientos bochornosos de la tarde;
mil almas, de cien pueblos y piratas
y el soñar sentado de los chicos,
pasado, presente y futuro,
le acompañan.

Le mira el Mediterráneo,
y si bello es el manto, más preciosa
su iris sincera,
movimiento colorido de los peces,
reflejos de los verdes tamarinos,
y gruesa arena de cristal quebrado.

¡Dichosas vosotras, rocas levantinas,
y vuestra viva textura de arbusto!
¡Dichoso aquel que en vuestros huecos
respira ahogado de dulzura!
¡Oh, vuestro quieto fluir abandonado
con ancestrales saberes adheridos,
sólido cimiento milenario
comercio, palmeras, Biblioteca!

Mediterráneo de noche, perezosa,
bares abiertos, fatiga veraniega
respira la costa y castañea
y del mar torna empapado
de ilusión por las crestas puntiagudas
y los poros sumergidos entre fauna,
del saber mediterráneo el navegante.
Sueña con el brillo de la Piedra,
la paz de sus seseos,
su fragancia a romero y voz eterna.