Navidad 2022
La Navidad entra en las alegrías pero, ante todo, entra en nuestra sed de más, en nuestras penas
En un amanecer virgen de nubes
donde solemne y lento tensa el sol
nuestra respiración mientras sin prisa
abona el tiempo sus caricias dulces.
También en la invisible flor que nace
al encontrar la miel su gusto quedo
cuando el salitre hace olvidar sin pena
y una bandada rasga el firmamento.
En la niña montada en el tiovivo
y su madre fundida al contemplarla
donde ovillos ardientes de dulzura
disuelven en la nada los errores.
Es Navidad allí, en esos días
donde el color estalla en mil olores.
Pero más aún, sí, es Navidad
en las grietas abiertas por la vida
en los gritos anhelantes, mañanas
consumidas en colas sin futuro
en un frío desierto sin aliento
los hilos sin coser, los sueños rotos.
No cabe Navidad en la opulencia
ni en una vida ácida entre nudos,
cabe en sonrisas frescas de sorpresa
y en los nidos que aguardan primavera.
Cabe, sí, en caricias tiernas de niño
mudas aún al odio y la mentira
en manos solo ricas en abrazos
de todo un Dios a su frágil criatura.
Foto de Gareth Harper en Unsplash
Comentarios
Aún no hay comentarios
¡Se tú el primero en escribir!.Publicar un comentario
Necesitas estar registrado para comentar.Iniciar sesión